
La Importancia del Consumo Ético
A medida que cuestiones como la escasez de recursos y la sostenibilidad medioambiental se hacen más frecuentes, más personas aprenden el verdadero coste de los artículos que consumen a diario. El consumo ético ha tenido un gran auge en la última década, con consumidores dispuestos a pagar para asegurarse de que sus acciones y compras crean el mínimo impacto posible en el medio ambiente. Aquí vamos a discutir la naturaleza del consumo ético, y cómo puede crear un cambio a menor escala que puede influir en la forma de hacer negocios de las empresas.
¿Qué es el consumo ético?
El consumo ético es un conjunto de éticas de compra en el que los consumidores de los mercados hacen elecciones basadas en los principios positivos y las implicaciones medioambientales de un producto, de dónde procede y cómo se ha producido. Se centra en el empoderamiento de los consumidores para que puedan tomar decisiones informadas y racionales basadas en la información que se les presenta, y en la transparencia de las empresas que proporcionan bienes y servicios de forma sostenible.
Los productos que entran en la categoría de consumo ético incluyen artículos de uso cotidiano como productos orgánicos, electrodomésticos de bajo consumo y productos reciclados, así como experiencias como viajes sostenibles. Aunque el movimiento todavía tiene un largo camino por recorrer, cada vez más personas están cambiando sus elecciones de compra en función de su impacto medioambiental, lo que anuncia un gran cambio para el futuro.
Las dificultades de ser un consumidor ético
Aunque ser un consumidor ético es la práctica más sostenible, también puede ser difícil. La cantidad de información disponible para los consumidores es a la vez una ayuda y un obstáculo, y muchos se confunden al tratar de navegar por el mundo del consumo ético.
Otro problema de ser un consumidor ético está en la forma en que las empresas se presentan. Algunas ocultan prácticas poco éticas utilizando palabras de moda, o alardeando de procesos de producción mínimamente beneficiosos para ocultar problemas más importantes detrás de sus prácticas; por ejemplo, empresas como Coca Cola han presumido de sus programas de reciclaje, pero no han abordado los problemas de los vertidos de aceites o los residuos químicos que se derivan de sus plantas de producción.
Ejemplos de consumo responsable
El consumo responsable puede ser una poderosa herramienta de cambio, y hay muchas formas de incorporarlo a tu vida. Aquí tenemos tres ejemplos de consumo ético y responsable, y de cómo las acciones del individuo pueden cambiar el mundo para mejor.
Comprar productos locales
A la hora de comprar alimentos, una de las consideraciones más importantes es el kilometraje alimentario, es decir, la distancia que han recorrido los alimentos. Aunque los supermercados pueden ofrecer productos “cultivados localmente”, a menudo se trata de frutas y verduras cultivadas en la otra punta del país, que tienen una importante huella de carbono al ser transportadas a las instalaciones del minorista.
En su lugar, busca los mercados de agricultores de tu zona y compra los productos a los vendedores locales. Esto no sólo reduce el kilometraje de tu compra, sino que apoya a los agricultores locales y les ayuda a continuar con la práctica sostenible en el futuro. También deberías considerar la posibilidad de comprar productos de comercio justo, que se centra en las condiciones de trabajo y las prácticas salariales justas de los trabajadores agrícolas durante el proceso de producción.
Comprar ropa usada
La industria de la moda es uno de los mayores consumidores de agua del mundo, ya que utiliza unos 79.000 millones de metros cúbicos de nuestro recurso más preciado cada año. Además de consumir muchos recursos, los trabajadores de la industria de la confección están sometidos a algunas de las peores condiciones laborales y salariales, y sólo alrededor del 2% se lleva a casa un salario digno cada mes. Esta situación se ha agravado en los últimos años, ya que el auge de la moda rápida ha creado una mayor demanda de prendas de menor calidad y con una rotación más rápida para seguir las últimas modas.
Muchos consumidores han tomado nota, y ahora están tomando medidas para garantizar que su huella en la moda sea menos perjudicial para los trabajadores y el medio ambiente a largo plazo. En lugar de comprar fast-fashion, visita una tienda vintage o de segunda mano y adquiere artículos de gran valor de casas de moda reputadas, diseñados para durar mucho tiempo, y apuesta por un enfoque minimalista de “calidad sobre cantidad”.
Practicar el turismo sostenible
Aunque a todos nos gusta viajar, el turismo tiene una de las mayores huellas de carbono de cualquier industria, y puede causar graves daños a las comunidades locales y al medio ambiente. Muchas empresas promueven el consumo responsable, y el ecoturismo y los viajes sostenibles ocupan un lugar destacado en la agenda de países dependientes del turismo como Australia y Filipinas en 2022. Para convertirte en un consumidor ético mientras viajas, ten en cuenta la posibilidad de evitar las opciones turísticas tradicionales que perjudican a las comunidades locales y, en su lugar, céntrate en los viajes gestionados localmente, en las actividades respetuosas con el medio ambiente y en las empresas que son propiedad y están gestionadas por personas nativas o indígenas.
Los consumidores éticos son el futuro
Tanto si eres una persona hogareña como si te gusta explorar, el consumo ético es la única opción para quienes desean promover un futuro saludable y sostenible para nuestro planeta. No sólo beneficia a las comunidades locales, sino que establece y fomenta programas y prácticas empresariales que preservan lo que tenemos, pero da paso a nuevas y mejores tecnologías y políticas en los años venideros.
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